Las transacciones electrónicas que ahora incluso son capaces de liberarnos de nuevos impuestos bancarios, distan aún mucho de ser aceptadas por la mayoría de la población, los usuarios (sobre todo en Latinoamerica) desconfían de un site seguro en Internet y prefieren depositar sus esperanzas en cualquier local que acepte pago con plástico, Nuestra cultura es deliciosamente contradictoria y hemos dejado de cuestionarlo hace mucho tiempo, como sea, esto no significa que la economía virtual no exista, de hecho, los elementos para su florecimiento se desarrollan cada vez más rápido.

Desde los inicios de la era de la comunicación electrónica a mediados del siglo pasado, más de un concepto ha tenido que posicionar su efectividad con sangre, sudor y lagrimas y es que las nuevas tecnologías parecierán no ser lo nuestro, la tendencia apunta siempre a ignorarlas antes que aceptarlas, el telégrafo, el radio, la televisión, padecieron de incomprensión hasta que los contadores y contralores del mundo decidieron que podía significar negocio, mucho tiempo después de que fue adoptada por las masas, más recientemente Internet y los servicios electrónicos demuestran aún a muchos que se resisten a entenderlo, que el mundo en el que vivimos no es el que solía ser y los esquemas de negocio mutan a velocidades impresionantes.

El concepto de e-business fue acuñado por IBM para clasificar las transacciones electrónicas, las compras a distancia y todo este cúmulo de mercadeo internetesco que tan natural nos resulta ahora, con el nacimiento de los mundos sintéticos, el gigante azul evoluciona el anterior término para darle lugar al v-business, y referirse así a la nueva generación de operaciones y negocios posibles que comienzan a llegar ya y que se relacionan de una forma u otra con el metaverso, es importante recordar que por ahora las transacciones son parte de un sistema micro-económico sostenible, pero aunque muchas de ellas son apenas centavos de dólar llegan a sumar cantidades muy interesantes de dinero, como en el caso de Second Life que supera más del millón y medio de dólares diarios.

Como tarea individual (hablando de personas y corporaciones) es nuestro turno para definir nuestra participación en estos nuevos mercados que poco a poco invadirán muchos, sino es que todos, los aspectos de nuestra vida, queda de tarea como pasar de la micro-economía a mi-economía para determinar ejercicios y aventuras financieras viables que nos mantengan en la jugada, desde un punto de vista puramente reduccionista este asunto tiene que ver con un solo tema y se resuelve (o comienza) con una pregunta ¿Cómo desarrollar y vender productos y servicios virtuales? Las respuestas son casi infinitas, los métodos variados, mientras lo importante es reconocer que el mercado y la necesidad existen y solo esperan por nosotros para ser atendidas.